Única. Puedes jugar esta carta desde tu Cementerio como si estuviera en tu Mano. En tu Vigilia, si esta carta está en tu Reserva, puedes desterrarla para jugar una carta de Aliado desde tu Castillo reduciendo su Coste en 1. Al comienzo de tu Fase Final, destierra ese Aliado.
Son objetos divinos para el Shintoismo, crean la identidad cultural de la isla, y dan fuerza a sus gobernantes.