Cuando entra en juego, destierra el Aliado objetivo que no sea Tenebris. Esta carta gana todas las habilidades de esa carta. Cuando salga del juego, regresa el Aliado desterrado al control de su dueño.
He venido a llevarlos a la otra orilla, pero no esperen ver el cielo, pues los llevare donde sólo hay fuego y hielo.